Ruta 40 y las naciones Nativas
Indígenas, los dueños de la tierra
El ser humano llegó a América hace unos 35.000 años y se diseminó a lo largo del continente. En la Quebrada de Humahuaca se encuentran restos de su cultura Preagroalfarera que data de hace unos 13.000 años Antes de Cristo (AC). La expansión de estos Paleo indios, antepasados de los nativos históricos del momento de la conquista hispana, fue rápida. Y hace más de diez mil años, ya se encontraban en la Patagonia, dejando sus huellas en la Cueva de las Manos. Poco después (9.000 AC) tocaban el extremo austral del continente, poblando Tierra del Fuego.
Estas sociedades recolectoras y cazadoras, gradualmente progresaron y entre unos 1.700 y 300 años AC se produjo el advenimiento de la agricultura y de la cerámica en las regiones del Norte argentino. Otros pueblos, como los Tehuelches de la Patagonia se mantuvieron con su modo de vida nómade, de cazadores recolectores hasta que esa forma de vida desapareció a fines del siglo diecinueve.
Constitución Nacional e Indígenas
Capítulo Cuarto Atribuciones del Congreso
Art. 75.- Corresponde al Congreso:
17. Reconocer la preexistencia étnica y cultural de los pueblos indígenas argentinos. Garantizar el respeto a su identidad y el derecho a una educación bilingüe e intercultural; reconocer la personería jurídica de sus comunidades, y la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan; y regular la entrega de otras aptas y suficientes para el desarrollo humano; ninguna de ellas será enajenable, transmisible ni susceptible de gravámenes o embargos. Asegurar su participación en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás intereses que los afecten. Las provincias pueden ejercer concurrentemente estas atribuciones
Los nativos, de norte a sur
Veamos, los distintos grupos indígenas que poblaron (y pueblan) las tierras que hoy surca la Ruta 40:
El Norte
Los nativos de los valles de la zona andina, en el noroeste argentino, vivían en comunidades agro-ganaderas. En general practicaban el riego y el cultivo en terrazas o andenes. Los camélidos les proveían de carne (fresca o, seca como "charqui") y lana con la que elaboraban bellos tejidos. Conocían la metalurgia de la plata, oro y cobre así como la cerámica.
En la época tardía, se los puede reconocer en varias zonas geográficas:
Quebrada de Humahuaca. Zona de cultivo de maíz sobre andenes. Con aldeas fortificadas, se los conocía como "omaguacas" y era una zona de interacción entre los chichas de Bolivia y los Atacamas de Chile.
Al sur de los "omaguacas" vivía un conjunto de pueblos que fueron denominados en un principio, "diaguitas". Hoy sabemos que eran de diferentes etnias y que hablaban distintos idiomas.
La lengua "cacana" en distintos dialectos era hablada por los "pulares" del actual valle de Salta. Los "calchaquíes" poblaban los valles de Yocavil y Calchaquí (Salta, Tucumán y Catamarca). Hacia el sur, estaban los "diaguitas" en Catamarca y La Rioja.
Son representados por las culturas de:
1. Belén. Centrados en el valle de Hualfín, habitaban en los valles de Belén y Abaucán, extendiéndose desde la actual ciudad de La Rioja hasta el valle de Santa María sobre la traza de la actual Ruta 40. Estos eran los "Diaguitas" Hualfines.
2. Santamaría. En los valles de Yocavil - Calchaquí (Valles Calchaquíes) y hasta la Quebrada de Humahucaca, sobre la traza de la ruta 40. Centrados en los Valles Calchaquíes. Practicaban una agricultura intensiva bajo riego en terraplenes e incluso construían represas. Vivían en aldeas de más de dos mil habitantes. Se federaron en grupos y compartían una lengua común. El señorío de Quilmes logró resistir la presión hispana hasta 1630. Su lengua era el cacán.
Otra lengua, la "capayana" se hablaba en los valles de Vinchina, Guandacol (La Rioja) y Jachal (San Juan). Se cree que estos nativos desarrollaron la cultura de Sanagasta o Angualasto, quienes además de practicar la agricultura, recolectaban vainas del algarrobo, con la que preparaban harina.
La expansión incaica hacia 1480 impuso el uso de la lengua quichua y el sistema de la mita, para la construcción de caminos (Camino del Inca,) y varios "Pukará" en el NOA.
Las Guerras Calchaquíes y "Kilmes"
Hubo tres guerras entre los españoles y los habitantes de los Valles Calchaquíes. Salvo los Mapuches en el sur de Chile, ningún pueblo originario opuso tanta resistencia a los invasores europeos. Estas guerras tuvieron como marco la zona de la Ruta Nacional 40 en las provincias de Catamarca, Tucumán y Salta.
La Primera Guerra Calchaquí entre 1560 y 1563. Los nativos asolaron Londres, y asediaron Cañete en Tucumán y Córdoba del Calchaquí. Llevó a la fundación de la ciudad de Tucumán (1565) para contener a los indios.
La Segunda Guerra (1630 a 1643) arrasó con la segunda Londres y Nuestra Señora de Guadalupe.
la Tercera Guerra (1657 a 1666) llevó a la destrucción del pueblo nativo. Los pueblos aborígenes derrotados quedaron desarticulados y sus aldeas destruidas, hoy, como testimonio quedan las y las de Ruinas de los Quilmes, y las Ruinas de Shincal, de Hualfin y de Batungasta (en la Ruta del Adobe).
La tenaz parcialidad de los Quilmes o Kilmes fue exiliada y se los desarraigó en una comarca cercana a Buenos Aires, donde hoy se encuentra la ciudad de Quilmes.
Llegaron a la actual ciudad de Quilmes en 1666, donde al poco tiempo se levantó una capilla para la “cristianización” de los nativos, que se llamó La Santa Cruz de los Quilmes. A lo largo de los años, la población de los Quilmes se redujo y si bien incorporaron nuevos aborígenes la tendencia se mantuvo hasta que, en 1812, se extinguió la Reducción de los Quilmes. En esa fecha de las doce familias del poblado, apenas tres eran descendientes de los valerosos guerreros Calchaquíes.
Los Huarpes
Pueblo originario que habitaba en la región cuyana al norte del río Diamante. Se dividían en tres familias, los Millcayac (de Mendoza), los Allenticac (de San Juan) y los Puntanos de San Luis.
Cultivaban la tierra la que irrigaban con sistemas sofisticados de riego y vivían en poblados de entre 50 y 100 habitantes. Cultivaban el maíz, la quínoa, porotos y zapallos. Criaban llamas y cazaban guanacos. Hacia 1480 la influencia del imperio incaico se hizo sentir en la región, imponiendo el uso del quechua a varios grupos huarpes y la cría de llamas.
Los grupos huárpidos
El sur de Mendoza y el centro y norte Neuquino estaba poblado de nativos de origen huárpido que tenían su propia lengua: Los pehuenches "viejos", estos eran cazadores recolectores y su nombre en mapuche significa "gente de los pinos" ("pehuén" = pinos, "che" = gente), aludiendo a su economía fuertemente concentrada en la recolección de piñones de araucaria, de la que obtenían harina. Aquellos que residían hacia el norte eran conocidos como "picunches" es decir, "gente del norte".
Esta pueblo originario se aculturó y fue reemplazado por el Mapuche proveniente de Chile a partir del siglo XVIII. Se ignora cómo se autodenominaban.
Mapuches
Fueron llamados "araucanos" por los españoles, término que ha caído en desuso. Originalmente establecidos en el centro de Chile, fueron desalojados de su territorio por los incas quienes invadieron la región a mediados del 1400. La llegada de los conquistadores españoles hacia 1540 los enfrentó en una guerra que continuó por más de trescientos años; la más larga confrontación entre nativos y europeos en América.
La presión de la conquista española gradualmente forzó a los mapuche a moverse hacia el sur donde se mantuvieron firmes al sur del río Bío-Bío, y a emigrar hacia el este cruzando los Andes, estableciéndose en sus laderas orientales, en la actual provincia del Neuquén. Allí se impusieron a los autóctonos pehuenches y picunches huárpidos.
Luego extendieron progresivamente su influencia hacia las pampas y por medio de la guerra, el intercambio y el cuatrerismo, ‘araucanizando’ a los nativos locales de etnia tehuelche, quienes adoptaron su muy conveniente idioma, el mapudungun.
Los mapuches eran agricultores sedentarios que confeccionaban cerámica y textiles. Esto los distingue de todos los demás nativos de la Patagonia quienes eran cazadores-recolectores nómades, careciendo de alfarería y agricultura, viviendo en sus ‘toldos’ o carpas de pieles, cazando guanacos y Ñandúes.
Pese a los supuestos rigores de la "conquista del desierto" de los años 1878 a 1884, una gran comunidad mapuche aún vive en sus territorios originales.
Tehuelches
Cacique Inacayal
Cacique Inacayal hacia 1885.
Nativos de la Patagonia: eran los descendientes de los antiguos Paleo indios patagónicos. El nombre que usamos les fue dado por los mapuches y significa ‘gente fiera’.
Se los divide en dos grupos, cada uno con sus propios rasgos culturales y lingüísticos: Los tehuelches septentrionales (günnuna Kenna o gennakenk – que en su idioma significaba ‘gente’) y los tehuelches meridionales. La región entre los ríos Senguer, Chubut y Chico conformaba una frontera flexible entre ellos.
Tehuelches septentrionales. Gradualmente durante el siglo XVII estos tehuelches boreales se expandieron hacia el norte, afuera de la Patagonia cruzando los ríos Colorado y Negro adentrándose en las pampas, donde reemplazaron a los habitantes originales de la provincia de Buenos Aires, donde se los conocería como pampas o puelches (cuyo significado en mapudungun es ‘gente del este’).
En la llanura pampeana aprovecharon el ganado cimarrón y el caballo traído por los españoles, que luego introdujeron en la Patagonia.
Los demás gennakenk continuaron viviendo en la Patagonia entre los ríos Negro y Chubut hasta su desaparición a fines del siglo diecinueve.
Había otro grupo nativo más reducido en las faldas cordilleranas de las provincias argentinas de Chubut y Río Negro. Guerreaban con los mapuches que con frecuencia invadían su territorio. Eran conocidos como los ‘chüwach a künna’ (gente de la orilla de las montañas) pero es muy poco lo que sabemos acerca de ellos.
Tehuelches meridionales. Se llamaban a sí mismos ‘chonik’, que en su idioma significaba ‘nosotros, la gente’. Originalmente eran ‘indios pedestres’ y no fue hasta fines del siglo dieciocho y comienzos del diecinueve que adoptaron el uso del caballo. Se dividían en dos subgrupos muy similares entre sí pero con un dialecto diferente:
- Teushen (tehuelches meridionales boreales); vivían hacia el norte entre los ríos Chubut y Santa Cruz.
- Aonikenk o aonek'enk (tehuelches meridionales australes), que significaba ‘gente del sur’. Habitaban la región comprendida entre el río Santa Cruz y el estrecho de Magallanes.
Visitar el mausoleo del cacique Inacayal en Tecka.
La Ruta 40 y los caminos nativos
La traza de la actual Ruta Nacional 40 se cruza con la de varios "caminos" prehispánicos. En el sector norte, atraviesa valles que, durante milenios han sido el paso obligado de los nativos agricultores de la zona, como en los valles Calchaquíes, de Santa María, Hualfín en Salta, Tucumán y Catamarca. O los de Hualco, el río Miranda o el valle del Bermejo en La Rioja.
En esta zona también se encuentra el Camino del Inca, que en varias partes de su recorrido se cruza con la traza de la Ruta Nacional 40.
En el sur, la Ruta 40 sigue mucha de las antiquísimas rastrilladas indias de la Patagonia, a lo largo de los valles de los ríos y por las aguadas que los Tehuelches recorrían de a pie en sus migraciones en busca de su presa, el guanaco.
El tramo entre Leleque en el Norte de Chubut y Rio Mayo en el sur de dicha provincia, o el que une Perito Moreno con Gobernador Gregores en Santa Cruz, son ejemplos de estas rastrilladas.